domingo 22 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Opinión 01-07-2022
JURAR, UN ACTO DE HONOR Y TRASCENDENCIA


Todos los días 09 y 10 de julio, miles de jóvenes, en una muestra real de nuestra sociedad, mujeres y hombres, de todos los estratos sociales y de todos los rincones del país, juran en forma solemne, en un acto de profundo sentimiento, rendir la vida por la patria si fuera necesario.
Esta ceremonia, no es una más dentro de las que son parte de la tradición de nuestro Ejército y en general de nuestra patria. En efecto, constituye uno de los actos más importantes en la vida no solo de un soldado, sino que de un chileno en general.
El 09 de julio de 1882, en la sierra peruana, un grupo de 77 soldados chilenos y tres mujeres, una de ellas a punto de dar a luz, al mando del Capitán Ignacio Carrera Pinto, ante toda adversidad, con un grupo humano que no superaba, en su gran mayoría los 21 años de edad, cumplió fielmente la orden de mantener el poblado de La Concepción en manos chilenas hasta morir cada uno de ellos, incluyendo las mujeres, sin arriar nuestra bandera.
En estos tiempos, en donde se tiende a juzgar la historia con una visión actual y los sesgos ideológicos se toman hasta las opiniones - de quienes se supone están para mirar más arriba de aquello - es esta epopeya, el ejemplo ideal para analizar esta dinámica. En ese 09 de julio ya las mayores operaciones militares habían terminado. Lima, la capital peruana, ya estaba en manos de los chilenos, La Concepción era un pueblo insignificante como objetivo militar, en Chile, había ya un desinterés por lo que sucedía en el norte, en palabras simples y actuales, Carrera Pinto y sus hombres ya no eran noticia.
¿Entonces por qué sacrificarse? ¿Para qué defender algo sin importancia ante miles de enemigos que se abalanzaban? La respuesta es simple, porque así estaba ordenado, porque el honor de buen chileno hace que los hijos de esta tierra luchen contra la adversidad a pesar de que es un hecho, que será una empresa en extremo difícil. Si lo pensamos bien, eso no ha cambiado. La raza chilena es una especie única, que se pone de pie cada vez que la naturaleza trata de quebrarla. Cada vez que sabemos que solo unidos lograremos sobrepasar las vicisitudes, que el honor, la resiliencia y el amor por lo que es propio, son sellos nuestros, Chile se pone una y otra vez de pie.
Hoy, nuestros jóvenes que jurarán a la bandera son los mismos que día a día, noche a noche ante las inclemencias del tiempo y superando toda adversidad, están al servicio de sus compatriotas, velando ayer, por la salud de los chilenos, vigilantes, ante un enemigo invisible pero certero, como es el COVID 19 y hoy patrullando los caminos de la Araucanía, no dejando de prepararse día a día para servir a la patria. Incluso dejando muchas veces de ser noticia por ello.
Aun así, están presentes en la frontera norte, en los albergues de invierno, en los hospitales de campaña, en las evacuaciones Aero médicas, en la instrucción militar y si es necesario, en la defensa de la patria de un enemigo artero.
En tiempos extremadamente difíciles, la patria hace el legítimo llamado a los chilenos de bien, a los hombres y mujeres, que no necesariamente visten el uniforme militar, pero que incesantemente, buscan lo mejor para sus familias y por ende para un mejor país, tal como miles de ciudadanos de nuestra comuna y provincia lo hacen a diario.
Hoy en este 09 de julio del 2022, 140 años después de ese glorioso 09 de julio de 1882, el Ejercito de todos los chilenos, mantiene firme su compromiso haciendo el máximo sacrificio en caso de ser necesario, como lo ha sido desde el nacimiento de la patria. Miles de jóvenes desde Arica a Tierra del Fuego, se han unido a esta historia y estamos seguros de que, incluso fuera de las filas de la institución, lo seguirán cumpliendo, porque un compromiso así es para toda la vida.
Felicitamos a quienes hoy dan este paso transcendental en la vida y también a sus padres y familiares, que han puesto su confianza en el Ejercito, entregando lo más valioso de cualquier familia chilena, como son sus hijos, hoy convertidos en soldados, custodios del honor y tradición de un ejército al servicio de sus compatriotas.

CRL. Rodrigo Serrano Q.
Director Escuela de Artillería de Linares
Freddy Mora | Imprimir | 642