martes 24 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Opinión 24-08-2021
UNA SOMBRA EN LA PLAZA
Hay un edificio frente a la plaza de Linares que guarda muchas historias, el Hotel Turismo. En un principio copia fiel del diseño adecuado para que los turistas pudiesen apreciar la belleza de la plaza enmarcada por la catedral al occidente, la que se puede contemplar por largo tiempo, sintiendo que es lo más hermoso que existe en el mundo. Una iglesia inmutable al paso del tiempo como una noble centinela del espacio linarense con su armoniosa rigidez de eterna guardiana. Puede que haya otras de ese estilo, aún más hermosas, pero la nuestra es única.
Si observamos hacia el oriente, todo cambia, esa sombra que sigue siéndolo aunque haya un radiante día, parece un fantasma derrotado sin ansias de seguir, solo quedarse ensimismado en su deslucida apariencia, cohibido, reducido, silente, lastimoso. Así aparece el que era Hotel Turismo, y para mayor desgracia dispusieron en su frontis, letreros, avisos, es como si la vista destruyera toda la armonía de los árboles, la fuente , el Odeón, las estatuas, los escaños, las flores con esa especie de publicidad penetrante. Predomina esa sombra que solo se mueve con los locales de la parte baja y la circulación de peatones presurosos que no reparan en nada ese vacío que comienza en las escaleras que conducen a la parte superior.
La plaza de Linares es hermosa, única, incomparable. Puede ser una sentimental exageración pero muchos opinan igual.
Insisto en ese lunar negro, esa sombra interrumpe abruptamente toda esa armonía que la circunda, es como triste ,como si el ánimo se derrumbara de un costalazo al tropezar con esa fachada, después de caminar entre frondosos árboles, iluminados senderos y encontrarse con algo tan distinto. A veces, para acortar camino tomamos ese gris atajo, atravesamos el pasillo como ahogado en húmedo letargo, parecemos protagonistas de una película de suspenso, como si de pronto alguien saliera al paso con intenciones poco amistosas, es una temerosa sensación que nos invade mientras avanzamos hacia calle Independencia.
Sería tan lindo darle vida a ese edificio, como pintarlo renovar su andrajosa indumentaria y que volviera a la gloria de los viejos tiempos.
Puede que estas palabras ofendan a los dueños (ignoro quiénes son). Pero si no está a su alcance aliviar la lenta agonía de ese edificio, es imprescindible buscar medios, ayudas que podrían darle otro destino, reparar lo dañado y encontrar algún elemento que le diera nuevos bríos con ideas para atraer turistas, que con el tiempo se multiplicarían con los proyectos en marcha según anuncian los futuros administradores de la ciudad que, Dios quiera, no sean los mismos vendedores de ilusiones.
Puede que surja, de pronto, una chispa de alguna barita mágica sostenida hábilmente por un ser iluminado que ame a Linares y se preocupe por su progreso y bienestar. Puede que haya cantidad de obstáculos para lograr vencer esa triste figura y transformarla en un edificio pletórico de luz, color, fantasía, alegría y por añadidura se logren buenas divisas para sus dueños, como premio a su emprendimiento. El mundo está lleno de ideas. Más de alguien va a dar con la clave exacta para hacer las transformaciones requeridas . ASÍ SEA.
Linares, ni su plaza, ni su gente, merecen que siga proliferando esa gran sombra que entorpece la armonía de la ciudad y desluce el contenido de su entorno. No sé la razón de esa fatiga tan prolongada. Es la opinión generalizada de todas las personas que se dan el tiempo para observar cuan decaído se ve este edificio que puede restaurase a corto plazo con la voluntad y recursos que lleguen de alguna parte pero que lleguen.

QUE DIOS NOS ESCUCHE Y QUE EL DIABLO SE HAGA EL SORDO.


Tily Vergara
Freddy Mora | Imprimir | 814