jueves 26 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Opinión 21-05-2021
Villa de Linares en su 227° aniversario La Alameda Valentín Letelier

Ayer, calle Delicias; hoy, avenida Valentín Letelier Por iniciativa de la Sociedad Linarense de Historia y Geografía, la Municipalidad, en sesión del 12 mayo 1939, acordó dar su nombre a la calle Delicias, aunque el proyecto de la expresada institución había sido que la calle Lautaro llevara el nombre del sabio maestro, por estar en esta calle la casa donde nació (hoy está el Liceo Bicentenario Valentín Letelier).
La misma corporación, 20 años antes, a raíz del fallecimiento del ilustre sociólogo, había pedido al municipio que la Avenida Matadero fuese designada Valentín Letelier. La idea no fue aceptada por no contar con el apoyo del Alcalde de la época, Manuel Isidoro Cruz. En 1939 el acuerdo municipal contó con los votos de Humberto Moreno (Alcalde), Alberto Camalez, Florín Espinosa, Francisco Ibáñez y Oscar Arís B.
La alameda ofrece características diferentes en sus dos lados. Entre San Martín y Lautaro, está la Alameda que desde 1939 lleva el mismo nombre de Valentín Letelier. Las casas de las cuadras siguientes son amplias y grandes, entre M. Rodríguez y Chacabuco y entre Chacabuco y Lautaro, entre las que se destaca una de corredores con reja de fierro. La calzada sur, entre Lautaro y San Martín sólo pudo pavimentarse a partir del 11 febrero 1949 y se terminó a principios de 1950.
Los gloriosos años antes de 1930, la Alameda era escenario obligado de las festividades patrias. Entre M. Rodríguez y Lautaro, los juegos de azar y, entre O’Higgins y Freire, las ramadas al lado sur y las cocinerías al norte. El pueblo se divertía a sus anchas.
La cancha de carreras se ubicaba entre M. Rodríguez y Lautaro, al lado de una hilera de álamos y a su sombra se cruzaban apuestas. Los que antes se habían reunido, en torno del palo ensebado, en el centro de la avenida esperaban el desenlace de la carrera.
Las elecciones de diputados y senadores le dieron al sector, de M. Rodríguez a Lautaro, un aspecto digno de recordar. Allí se instalaban las mesas receptoras de sufragios. La ley disponía que el elector debiera llegar hasta el pupitre, libre de presión (1915). Se construyeron de 50 a 60 corrales separados por hileras, para instalar las mesas.
La distancia entre uno y otro corral era muy reducida, de modo que si un vocal de mesa descubría una incorrección, desde su puesto formulaba la protesta. En ocasiones, el tiempo producía trastornos, porque a una mañana luminosa seguía una tarde lluviosa; entonces había que partir con todo a una casa vecina, para continuar la elección. Por este motivo, después de 1928 estos actos se verificaron en el Liceo y luego en la Escuela de Artillería.
Junto a la calle Lautaro, mirando hacia la casa donde nació el sabio Valentín Letelier (que hoy ocupa el Liceo de Hombres, que lleva su nombre) se reunió la Sociedad Linarense de Historia y Geografía el 6 de diciembre de 1942 para rendir tributo de admiración a este eminente sociólogo en el 90° aniversario de su natalicio.
En la concurrencia, figuraban la señora Beatriz Letelier de Meredith y su hijo Gonzalo Letelier, hija y nieto de don Valentín. Por primera vez llegaban a Linares, a conocer el lugar en que se incorporara a la vida su progenitor. La comitiva recorrió parte de los lugares en que vivió su infancia quien honró el sillón de Andrés Bello.
Freddy Mora | Imprimir | 1964