Andrea Yáñez Pinochet.

En la costa donde el mar susurra, las arrastran olas sueños perdidos, mientras la delincuencia ahoga sus latidos, en un lienzo de sombras, la vida murmura.Las marejadas rugen, intranquilidad, un enojo profundo por la realidad, la mar se agita, su furia desatada, reflejo del dolor que en tierra es sembrada.Las gentes se encierran, como fuertes de piedra, en casas que guardan historias, su herencia, el eco del arte lucha por florecer, entre la basura, en un intento de renacer.La bohemia danza en las sombras calladas, susurra secretos en noches estrelladas, la luna observa, testigo silencioso, de un pueblo que sueña, aunque esté ausente.como calles vacías, un lienzo olvidado, donde el graffiti grita lo que ha pasado, las risas se esconden, los abrazos son raros, pero en cada rincón, hay sueños tan claros.El sol acaricia la piel de los valientes, los que se atreven a salir entre ausentes,
con un trago de vino y un verso en la mano, tejen su historia, aunque el miedo sea temprano.Oh, mar sin testigos, guardián de los sueños, lleva en tus olas los anhelos pequeños, que la vida bohemia no se apague jamás, que florezca el arte, que vuelva la paz.Así en esta costa, entre sombras y luces, los susurros del alma se vuelven raíces, y aunque la delincuencia intente silenciar, la vida y el amor siempre han de triunfar