Por no alcanzar los votos requeridos para su aprobación, la Sala del Senado desestimó legislar sobre el proyecto en primer trámite, que regula el cumplimiento alternativo de penas privativas de libertad, para condenados que padezcan enfermedad terminal o menoscabo físico grave, o que hayan cumplido determinada edad.
Cabe recordar que, en la primera jornada de debate, la iniciativa generó una intensa discusión pues, por un lado, se sostuvo que beneficiaría a “condenados por graves delitos de derechos humanos” que “no han mostrado arrepentimiento”; que “resulta una iniciativa incomprensible tras los 50 años del golpe militar ya que revictimiza a familiares de detenidos desaparecidos y a quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos” y "no distingue entre condenados por delitos tan graves como narcotráfico, homicidios o abusos contra menores".
En lo fundamental, el proyecto regulaba el beneficio y modificaba el lugar de cumplimiento de la pena privativa de libertad, reemplazándola por la reclusión domiciliaria total, en los casos y condiciones que indica.