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martes 26 de noviembre del 2024
Opinión 26-11-2024
A propósito de eso que llaman Justicia...
Jaime González Sanhueza, periodista
El pasado griego siempre parece ser intempestivo . En efecto, en el contexto de la antigua Grecia, el debate sobre la justicia entre Trasímaco y Sócrates, presentado en ese debatido texto "La República" de Platón, ofrece una perspectiva fascinante sobre el poder y la moralidad.
Trasímaco, un sofista (vaya que hoy ni para sofistas dan algunos) conocido por su habilidad retórica y su escepticismo hacia los valores tradicionales, argumentó ante Sócrates que "la justicia no es más que la conveniencia del más fuerte". Esta postura refleja la realidad política de su tiempo, donde la democracia ateniense, aunque innovadora, estaba plagada de desigualdades y luchas de poder. ¿Hoy será muy diferente? Juzgue usted.
Trasimaco no era simplemente un cínico; representaba una corriente de pensamiento que desafiaba las nociones idealistas y buscaba exponer las realidades del poder. En su visión, las leyes y la justicia eran herramientas utilizadas por los poderosos para mantener su dominio. Y si miramos a lo largo de la historia, desde los imperios antiguos hasta los sistemas políticos modernos, parece que Trasímaco tenía y tiene razón. Autores posteriores como Michael Foucault usarían este argumento para decir “todo es poder” y el feminismo acuñaria su famosa frase “lo personal es político”. Es decir, en cada área de nuestras vidas, incluso donde uno creería que no hay poder, como en el amor, en la intimidad del hogar, pareciera que si hay un poder que se encumbra por sobre los demás.
Las élites a menudo han moldeado las normas para servir a sus propios intereses. Por otro lado, Sócrates, el filósofo ateniense quien se convirtió en un símbolo de la búsqueda de la verdad y la virtud, ofrece una visión idealista creyendo que si hay una justicia objetiva que juzga con total independencia y autonomía, y que vela por ser una de las virtudes de la sociedad en democracia. Visto los variados casos que han ocurrido en Chile, ¿’A quíen le podríamos dar más credibilidad al sofista trasímaco o el famoso Sócrates?
En su diálogo con Trasimaco, Sócrates busca definir la justicia no como una herramienta del poder, sino como un ideal que beneficia a todos los miembros de la sociedad. Su enfoque dialéctico y su rechazo a aceptar respuestas fáciles reflejan su creencia en un bien común que trasciende los intereses individuales. Sin embargo, en un mundo donde al parecer se da más la injusticia , la visión de Sócrates puede parecer un sueño utópico, casi infantil en su ingenuidad.
Este debate entre el realismo de Trasímaco y el idealismo de Sócrates plantea preguntas fundamentales: ¿Deberíamos aceptar la justicia como el dominio del más fuerte, o aspirar a un ideal socrático de equidad universal?
La historia sugiere que Trasímaco tenía una comprensión aguda de cómo funciona el mundo, pero el sueño de Sócrates sigue siendo una aspiración ética esencial. En una era marcada por la desigualdad, la tensión entre estas dos visiones filosóficas sigue siendo un tema crucial para nuestro tiempo.
Freddy Mora | Imprimir | 93