domingo 22 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Opinión 24-10-2023
ABOMINACIÓN HUMANA A LA PAZ
Carlos Cabezas Gálvez,
Escritor, poeta y ensayista

La vilipendiada Verdad
en sus sueños prohibidos
le preguntó
a la martirizada Paz
¿Dónde vas?
A encontrar un lugar
en este infierno terrenal,
¡Para morir en paz!
Ya no puedo sobrevivir,
en este torbellino de soberbias,
corrupción, violencias, terror,
imposición del miedo,
miedo al presente, al futuro.

¿Y tú poeta, qué sientes?
Ya no puedo escribir versos
ni poesías.
Ya no hay palabras dulces y sabias
que salgan de mi corazón
cuando hay guerras
y los hombres se matan sin razón,
en medio de combates, genocidios
migraciones hambrientas y masacres,
no puedo soslayar sus lados oscuros,
ni sus consecuencias e incluso
en las guerras del amor,
“Como lo dice la canción de ABBA”.
The winner takes it all
The loser standing small
(El ganador se lo lleva todo
El perdedor queda derrumbado).

¿Qué debo hacer para iluminar
caminos de Paz.
No puedo escribir
“Un himno a la Paz…”
Si no hay paz.
Nadie quiere vivir en paz,
Tenemos soberbias y violencias
desde lo más ínfimo
hasta la solución final.
Ya no amamos
sólo deseamos
sólo luchamos
por lo que ambicionamos
y los conflictos van
desde lo pequeño hasta
la destrucción total.

¿Cómo puedo tener
palabras y versos sublimes?
Para las desgracias que nos acontecen
porque no encajan
en mis sueños en estos tiempos
de sufrimientos y muertes.
Los humildes somos el blanco
con nuestros pechos,
y nos llevan a las guerras
para que los poderosos
tengan más tierras y riquezas.

¿Qué debemos hacer?
Todo está dentro de mí, de ustedes,
de todos, para condenar a las guerras.
No queremos perder esta verdad
humanista no influenciable por los violentos.
¡Apelar al Amor!
Gritar…¡Te amo a la mujer
de mis sueños!
Convertirme en
un Quijote por la Paz.
Ser un luchador,
dejarlo salir dentro de mí
convertirme en ese loco manchego.

Y no habrá réquiem para la Paz,
ni menos para la poesía
en armonía con el amor,
el perdón, la misericordia
y la esperanza
si no logramos la paz
de las regias ciudades
de Rimbaud y de Neruda,
con las ardientes paciencias
de los hombres de paz,
que no fingen ser héroes,
ni nos tiemblan las rodillas
ante los fanfarrones y desalmados
responsables de tantas muertes
y que al final, sin arrepentimientos
hipócritamente se sacan
fotos abrazados para la tele.

¿Y tú mi querida Paz?
Aún andas buscando ese lugar,
déjame acompañarte,
somos miles los que estamos contigo
para disfrutar algún día
vivir en un mundo de Paz.
¡No claudiques, amada Paz!


Freddy Mora | Imprimir | 520