Carlos Wistuba
Poeta

Hombre cualquiera,
peregrino en el camino
de sonido a partícula,
resonancia expansiva de la
Totalidad,
rompes la orfandad
endémica
y con autoridad sellas
la dolorosa separación.

Hombre cualquiera,
al verificarse la promesa,
descubrirás el núcleo
del Universo Invisible.
Ante ti se revelará
el gran precipicio ilimitado,
un vacío descomunal de
oscuridad
extendido como un bucle
conformado por millones de
océanos,
la energía Esencial
vertida como titánica catarata
que susurra vibraciones
en las mentes.

El Núcleo,
musita libertad,
desliga del tiempo,
sincroniza tu identidad,
para que, por fin, armonices
pensamientos con
emociones
y viajes por ignotas
hondonadas
atrayendo la simbiosis del
silencio
que bifurcará tus conexiones
e irrigará canales nuevos
por donde navegarás,
aunque tu ego continué
reclamando
con lastimoso parloteo.

Y cohesionado con la
esencia,
no tendrás brumas
inquisidoras
ni denunciantes de
contradicciones.
La oscuridad se enlazará con
la luz,
como cadena de espiral
se unirán en una sola,
y tu cerebro expandido
dará testimonio de
inmortalidad.