sábado 26 de octubre del 2024
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Hoy
Opinión 26-10-2024
Alcaldes y Concejales: La Urgencia de Preservar la Independencia en la Gestión Municipal

Ricardo Álvarez V.
Director Ejecutivo de EMPROEX

En vísperas de las elecciones municipales, la ciudadanía se enfrenta a un dilema poco discutido pero fundamental para la salud de la democracia local: la creciente cercanía entre candidatos a la alcaldía y los aspirantes a concejales. Lo que muchos ven como una estrategia electoral legítima –la promoción mutua entre quienes buscan estos cargos– plantea serios cuestionamientos sobre la independencia que debe existir entre ambas figuras políticas.

El sistema municipal en Chile está diseñado bajo un esquema de pesos y contrapesos. Los concejales no solo son representantes de la comunidad, sino que además tienen el mandato de fiscalizar la labor del alcalde, asegurando que los recursos públicos se administren de manera eficiente y transparente. Sin embargo, cuando un candidato a alcalde promueve abiertamente a ciertos concejales, surge una relación de lealtad que pone en entredicho la capacidad de los concejales para ejercer una verdadera labor fiscalizadora.

Es preocupante que esta práctica se haya normalizado en prácticamente todas las corrientes políticas, al punto de que la comunidad lo ve como parte del proceso electoral. Pero hay que preguntarse: ¿qué independencia puede tener un concejal para criticar la gestión de un alcalde al que debe su elección? La fiscalización, en ese contexto, se vuelve un acto de formalismo, donde los concejales se convierten en cómplices pasivos de la gestión del alcalde, en lugar de ser agentes activos de control.

La independencia entre concejales y alcaldes no solo es necesaria, sino que es vital para mantener un gobierno local transparente y responsable. Cuando estos actores actúan como aliados antes y después de las elecciones, el sistema se pervierte y se pierde la esencia de su diseño: la vigilancia mutua. Incluso cuando pertenecen al mismo partido político, la fiscalización debe ser firme y objetiva, porque los intereses de los ciudadanos son los que deben primar, no los vínculos partidistas o personales.

Algunos podrían argumentar que es natural que un alcalde promueva a concejales de su misma línea, ya que así se asegura de contar con un equipo afín. No obstante, esa misma cercanía es la que debilita la capacidad de los concejales para actuar con independencia. La función de un concejal no es respaldar al alcalde, sino monitorear su accionar y ser un contrapeso cuando sea necesario.

La comunidad debe despertar ante esta situación y exigir un mayor grado de independencia entre sus autoridades locales. Las elecciones de este fin de semana son una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de elegir a concejales que realmente representen a la ciudadanía y no a los intereses del alcalde de turno. Solo a través de una fiscalización robusta e independiente se puede garantizar un gobierno municipal que trabaje en beneficio de todos, y no de unos pocos.

Es hora de que esta práctica, que muchos han llegado a ver como “normal”, sea vista por lo que realmente es: una amenaza a la transparencia y a la buena gobernanza. Los ciudadanos deben entender que el equilibrio de poder entre alcaldes y concejales no es un mero formalismo, sino un pilar fundamental de la democracia local.
Freddy Mora | Imprimir | 89