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lunes 25 de noviembre del 2024
Agricultura 27-04-2023
Analizan estado de obras de conducción de agua de riego
• La iniciativa fue mandatada por la Comisión Nacional de Riego (CNR) y ejecutada a través de UC Davis Chile y el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) en las regiones del Maule y O’Higgins. Estudio incluyó diagnóstico, protocolo de actuación en caso de colapso y un manual de mantenimiento de obras para las organizaciones de regantes.
Junto a UC Davis en Chile y el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), la Comisión Nacional de Riego (CNR) presentó en Rancagua los resultados del "Estudio Básico Diagnostico Obras de Conducción Regiones de O’Higgins y Maule", iniciativa que tenía entre sus objetivos reflejar el estado de mantención de obras críticas en la red de canales pertenecientes a ambas regiones.
El proyecto iniciado durante el año 2021 analizó el estado de bocatomas, marcos partidores, sifones, túneles y canoas, entre otros, con la participación de las organizaciones de regantes.
En ambas regiones, de los miles de canales que conforman la red hídrica, los profesionales se concentraron en aquellas obras de mayor importancia por su impacto en la actividad agrícola local. Es así como seleccionaron 261 canales entre ambas regiones determinando que 170 tenían un rol crítico, ya sea por su ubicación o cantidad de hectáreas a regar. En el Maule visitaron y registraron 138 canales principales, de los cuales 91 obras quedaron identificadas como de mayor atención.
La Directora Ejecutiva de CIREN, Katherine Araya Matus, destacó que “para estas obras críticas se hicieron análisis en profundidad, generando un manual de mantenimiento, presupuesto de costo de reparación de obras y un plan de contingencia en caso de colapso”.
En ese contexto, el Coordinador Zonal de la CNR, Claudio Cortés, sostuvo que el diagnóstico traza una línea base sobre la cual intencionar futuras inversiones: “tras esta etapa de cierre iniciamos una nueva fase con grandes desafíos en que proyectamos la materialización de nuevas obras a través de los concursos de la Ley de Fomento al Riego. Esperamos poder apoyar, en el corto plazo, las obras priorizadas por las Organizaciones de Usuarios de Agua”.
PROBLEMÁTICAS
Entre los principales riesgos que afectan la infraestructura de riego, el estudio detectó al menos cinco problemáticas: el deterioro de las obras por eventos naturales como terremotos y crecidas de río; problemas operativos debido a sedimentos, basura doméstica, escombros y contaminación química; el desarrollo urbano que no tiene una buena convivencia con los canales, especialmente por una débil relación con los municipios correspondientes; baja participación de los socios en las organizaciones de usuarios de aguas (OUA) y por ende escasos recursos, y la escasez hídrica.
Los principales beneficiarios del estudio son los usuarios de aguas como las asociaciones de canalistas, agricultores y Juntas de Vigilancia. La información generada también será de utilidad para distintos servicios públicos, entre ellos la Dirección General de Aguas (DGA), Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y las Seremis de Obras Públicas y de Agricultura.
En ese sentido, la Seremi de Agricultura del Maule, Ana Muñoz, destacó los resultados de este estudio: “Nos parece muy importante la colaboración entre CNR, CIREN y la UC Davis en Chile para entregar información relevante para las organizaciones de regantes y para la región porque esto nos puede ayudar a mejorar la infraestructura de riego y que así las inversiones que el Estado y los regantes realizan se mantengan por más tiempo con un buen plan de mantenciones. Por otra parte, también es importante tener claridad en los protocolos a seguir si colapsa alguna obra”, indicó.
MANUAL DE MANTENIMIENTO
Como parte de los productos del estudio, los profesionales de CIREN y UC Davis Chile entregaron un manual de mantenimiento con recomendaciones generales clasificando estas tareas en tres etapas. Mantenimiento de rutina, que considera la eliminación de vegetación y eliminación de sedimentos mediante excavación; obras periódicas, que incluyen inspección de las estructuras, reposición de existencias de materiales de construcción e inspección aluvial; y pequeñas obras de reparación, como arreglar grietas dentro del terraplén, filtraciones a través de terraplenes y desagües.
“Esperamos que este documento sea un aporte para las organizaciones de usuarios de agua como parte de su labor de gestión de la red de canales a su cargo”, agregó Claudio Cortés. El manual sistematiza también lo referente a permisos y autorizaciones establecidas en el Código de Aguas, así como la reglamentación respecto a basuras y desperdicios, y condiciones de seguridad para prevenir accidentes.
PROTOCOLO DE EMERGENCIA
En noviembre de 2020 se derrumbó el canal Las Mercedes en la región Metropolitana dejando sin regar por más de un mes a 1.300 agricultores de los valles de María Pinto y Curacaví lo que provocó pérdidas por más de 60 millones de dólares impactando en 16.000 hectáreas. Los aprendizajes a partir de ese evento catastrófico indican que debe existir un plan de mantención y también un protocolo de emergencia en caso de colapso. Esa fue la motivación principal para este estudio encargado por CNR.
Es por eso que junto con el Manual de mantenciones elaboraron un plan de contingencia que permite identificar rápidamente el alcance del problema, las capacidades y recursos existentes, los procedimientos que deben adoptarse para enfrentar la emergencia, y las formas y tiempos para restablecer la normalidad.
Toda la información del estudio está disponible a través de la página de CNR y CIREN para las organizaciones de regantes.
Junto a UC Davis en Chile y el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), la Comisión Nacional de Riego (CNR) presentó en Rancagua los resultados del "Estudio Básico Diagnostico Obras de Conducción Regiones de O’Higgins y Maule", iniciativa que tenía entre sus objetivos reflejar el estado de mantención de obras críticas en la red de canales pertenecientes a ambas regiones.
El proyecto iniciado durante el año 2021 analizó el estado de bocatomas, marcos partidores, sifones, túneles y canoas, entre otros, con la participación de las organizaciones de regantes.
En ambas regiones, de los miles de canales que conforman la red hídrica, los profesionales se concentraron en aquellas obras de mayor importancia por su impacto en la actividad agrícola local. Es así como seleccionaron 261 canales entre ambas regiones determinando que 170 tenían un rol crítico, ya sea por su ubicación o cantidad de hectáreas a regar. En el Maule visitaron y registraron 138 canales principales, de los cuales 91 obras quedaron identificadas como de mayor atención.
La Directora Ejecutiva de CIREN, Katherine Araya Matus, destacó que “para estas obras críticas se hicieron análisis en profundidad, generando un manual de mantenimiento, presupuesto de costo de reparación de obras y un plan de contingencia en caso de colapso”.
En ese contexto, el Coordinador Zonal de la CNR, Claudio Cortés, sostuvo que el diagnóstico traza una línea base sobre la cual intencionar futuras inversiones: “tras esta etapa de cierre iniciamos una nueva fase con grandes desafíos en que proyectamos la materialización de nuevas obras a través de los concursos de la Ley de Fomento al Riego. Esperamos poder apoyar, en el corto plazo, las obras priorizadas por las Organizaciones de Usuarios de Agua”.
PROBLEMÁTICAS
Entre los principales riesgos que afectan la infraestructura de riego, el estudio detectó al menos cinco problemáticas: el deterioro de las obras por eventos naturales como terremotos y crecidas de río; problemas operativos debido a sedimentos, basura doméstica, escombros y contaminación química; el desarrollo urbano que no tiene una buena convivencia con los canales, especialmente por una débil relación con los municipios correspondientes; baja participación de los socios en las organizaciones de usuarios de aguas (OUA) y por ende escasos recursos, y la escasez hídrica.
Los principales beneficiarios del estudio son los usuarios de aguas como las asociaciones de canalistas, agricultores y Juntas de Vigilancia. La información generada también será de utilidad para distintos servicios públicos, entre ellos la Dirección General de Aguas (DGA), Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y las Seremis de Obras Públicas y de Agricultura.
En ese sentido, la Seremi de Agricultura del Maule, Ana Muñoz, destacó los resultados de este estudio: “Nos parece muy importante la colaboración entre CNR, CIREN y la UC Davis en Chile para entregar información relevante para las organizaciones de regantes y para la región porque esto nos puede ayudar a mejorar la infraestructura de riego y que así las inversiones que el Estado y los regantes realizan se mantengan por más tiempo con un buen plan de mantenciones. Por otra parte, también es importante tener claridad en los protocolos a seguir si colapsa alguna obra”, indicó.
MANUAL DE MANTENIMIENTO
Como parte de los productos del estudio, los profesionales de CIREN y UC Davis Chile entregaron un manual de mantenimiento con recomendaciones generales clasificando estas tareas en tres etapas. Mantenimiento de rutina, que considera la eliminación de vegetación y eliminación de sedimentos mediante excavación; obras periódicas, que incluyen inspección de las estructuras, reposición de existencias de materiales de construcción e inspección aluvial; y pequeñas obras de reparación, como arreglar grietas dentro del terraplén, filtraciones a través de terraplenes y desagües.
“Esperamos que este documento sea un aporte para las organizaciones de usuarios de agua como parte de su labor de gestión de la red de canales a su cargo”, agregó Claudio Cortés. El manual sistematiza también lo referente a permisos y autorizaciones establecidas en el Código de Aguas, así como la reglamentación respecto a basuras y desperdicios, y condiciones de seguridad para prevenir accidentes.
PROTOCOLO DE EMERGENCIA
En noviembre de 2020 se derrumbó el canal Las Mercedes en la región Metropolitana dejando sin regar por más de un mes a 1.300 agricultores de los valles de María Pinto y Curacaví lo que provocó pérdidas por más de 60 millones de dólares impactando en 16.000 hectáreas. Los aprendizajes a partir de ese evento catastrófico indican que debe existir un plan de mantención y también un protocolo de emergencia en caso de colapso. Esa fue la motivación principal para este estudio encargado por CNR.
Es por eso que junto con el Manual de mantenciones elaboraron un plan de contingencia que permite identificar rápidamente el alcance del problema, las capacidades y recursos existentes, los procedimientos que deben adoptarse para enfrentar la emergencia, y las formas y tiempos para restablecer la normalidad.
Toda la información del estudio está disponible a través de la página de CNR y CIREN para las organizaciones de regantes.
Freddy Mora | Imprimir | 886
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