Hoy
viernes 25 de abril del 2025, Saludamos a Marcos
Opinión 25-04-2025
Antes de que sea tarde
Carolina Bustos
Subgerente de Sostenibilidad-ESG de Sodexo
Cada año, en estas fechas, recordamos la importancia de conservar y proteger nuestro planeta. Sin embargo, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de recursos nos están llevando a un punto sin retorno, que exige actuar con urgencia.
El agua es uno de los focos más críticos. Según la UNESCO, el uso de agua dulce actualmente aumenta cerca de un 1% al año, lo que se debe a una combinación de factores. Entre ellos, la dieta de cada persona. La agricultura, por ejemplo, concentra el 70% de las extracciones de agua dulce.
Algunas medidas que permiten un consumo responsable del agua desde las empresas incluyen la utilización de sistemas de reciclaje y reutilización del recurso; implementar políticas de productos marinos sostenibles que no perjudiquen a los océanos y su flora y fauna; y reducir el consumo mediante prácticas de adquisición sostenibles, donde un punto diferenciador es trabajar codo a codo con proveedores que tengan en cuenta la seguridad hídrica.
Y esto es solo una parte del problema. Las emisiones de gases de efecto invernadero también son un foco crítico y desde la industria alimentaria enfrentamos tremendos desafíos. En este punto es esencial avanzar en cuatro pilares fundamentales: cadenas de suministro responsable, alimentación sostenible, energías renovables y luchar contra el desperdicio de alimentos, ya que el 99 % de las emisiones de nuestra industria son indirectas y proceden de la cadena de suministro, el consumo de energía en las instalaciones y los residuos alimentarios.
Así pues, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 % para llegar a carbono neutralidad, exigirá una transformación gradual y profunda de sus actividades, influyendo a toda su cadena de valor. Por tanto, lograremos alcanzar esta ambición solo con la participación de todas las partes interesadas.
Subgerente de Sostenibilidad-ESG de Sodexo
Cada año, en estas fechas, recordamos la importancia de conservar y proteger nuestro planeta. Sin embargo, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación de recursos nos están llevando a un punto sin retorno, que exige actuar con urgencia.
El agua es uno de los focos más críticos. Según la UNESCO, el uso de agua dulce actualmente aumenta cerca de un 1% al año, lo que se debe a una combinación de factores. Entre ellos, la dieta de cada persona. La agricultura, por ejemplo, concentra el 70% de las extracciones de agua dulce.
Algunas medidas que permiten un consumo responsable del agua desde las empresas incluyen la utilización de sistemas de reciclaje y reutilización del recurso; implementar políticas de productos marinos sostenibles que no perjudiquen a los océanos y su flora y fauna; y reducir el consumo mediante prácticas de adquisición sostenibles, donde un punto diferenciador es trabajar codo a codo con proveedores que tengan en cuenta la seguridad hídrica.
Y esto es solo una parte del problema. Las emisiones de gases de efecto invernadero también son un foco crítico y desde la industria alimentaria enfrentamos tremendos desafíos. En este punto es esencial avanzar en cuatro pilares fundamentales: cadenas de suministro responsable, alimentación sostenible, energías renovables y luchar contra el desperdicio de alimentos, ya que el 99 % de las emisiones de nuestra industria son indirectas y proceden de la cadena de suministro, el consumo de energía en las instalaciones y los residuos alimentarios.
Así pues, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 % para llegar a carbono neutralidad, exigirá una transformación gradual y profunda de sus actividades, influyendo a toda su cadena de valor. Por tanto, lograremos alcanzar esta ambición solo con la participación de todas las partes interesadas.
Freddy Mora | Imprimir | 146