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viernes 31 de enero del 2025
Opinión 31-01-2025
Bebés y olas de calor
Luz María Román DíazAcadémica Escuela de Obstetricia UNAB
Ante las olas de calor, los padres deben extremar los cuidados hacia los recién nacidos y bebés, quienes, por la inmadurez de su sistema termorregulador y de su piel delicada, son especialmente vulnerables en esta época.
La piel de los bebés es más permeable y está más hidratada que la de los adultos, lo que los hace propensos a sufrir irritaciones, golpes de calor y deshidratación. El máximo de calor que podría soportar un recién nacido es de 32°C, por lo que nunca debería exponerse a temperaturas superiores a esta.
Entre los síntomas de un golpe de calor en recién nacidos podemos encontrar: irritación en la piel por sudor, sarpullidos, llanto irritable, inapetencia y sequedad de mucosas. En lactantes y niños mayores puede causar náuseas, vómitos, dolores de cabeza, agotamiento y, en casos graves, desmayos.
Los recién nacidos deben recibir leche materna con mayor frecuencia ante altas temperaturas, mientras tanto, los bebés mayores pueden recibir agua fresca y segura, además de jugos naturales en pequeñas cantidades, pero nunca gaseosas con alto contenido de azúcar o cafeína.
Además, es necesario mantener las habitaciones ventiladas con temperaturas entre 20 y 24°C, y evitar sacar al bebé de casa en los horarios de máximo calor, que sería entre las 11 y 15 horas.
En menores de seis meses, no se recomienda el uso de protectores solares debido a la inmadurez de la piel, ya que no se cuenta con mecanismos de autoprotección como los tendría un adulto, como son, por ejemplo: la sudoración, el incremento de vello o el incremento de melanina.
Por último, para días calurosos, use capota en el coche, evite mantas que retienen calor y coloque cortinas en el auto para bloquear el sol.
Ante las olas de calor, los padres deben extremar los cuidados hacia los recién nacidos y bebés, quienes, por la inmadurez de su sistema termorregulador y de su piel delicada, son especialmente vulnerables en esta época.
La piel de los bebés es más permeable y está más hidratada que la de los adultos, lo que los hace propensos a sufrir irritaciones, golpes de calor y deshidratación. El máximo de calor que podría soportar un recién nacido es de 32°C, por lo que nunca debería exponerse a temperaturas superiores a esta.
Entre los síntomas de un golpe de calor en recién nacidos podemos encontrar: irritación en la piel por sudor, sarpullidos, llanto irritable, inapetencia y sequedad de mucosas. En lactantes y niños mayores puede causar náuseas, vómitos, dolores de cabeza, agotamiento y, en casos graves, desmayos.
Los recién nacidos deben recibir leche materna con mayor frecuencia ante altas temperaturas, mientras tanto, los bebés mayores pueden recibir agua fresca y segura, además de jugos naturales en pequeñas cantidades, pero nunca gaseosas con alto contenido de azúcar o cafeína.
Además, es necesario mantener las habitaciones ventiladas con temperaturas entre 20 y 24°C, y evitar sacar al bebé de casa en los horarios de máximo calor, que sería entre las 11 y 15 horas.
En menores de seis meses, no se recomienda el uso de protectores solares debido a la inmadurez de la piel, ya que no se cuenta con mecanismos de autoprotección como los tendría un adulto, como son, por ejemplo: la sudoración, el incremento de vello o el incremento de melanina.
Por último, para días calurosos, use capota en el coche, evite mantas que retienen calor y coloque cortinas en el auto para bloquear el sol.
Freddy Mora | Imprimir | 106
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