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jueves 14 de noviembre del 2024
Opinión 14-11-2024
Construyendo un mercado laboral inclusivo y sostenible en Chile
Rodrigo Garay, Country Manager de Gi Group Holding
La tasa de desocupación en Chile, que alcanzó un 8,7% en el último trimestre, es una señal positiva de recuperación, aunque todavía con desafíos por delante. Al desglosar estos números, vemos que sectores como el comercio (8,7%), enseñanza (27,7%) y servicios de alimentos han impulsado gran parte del crecimiento laboral reciente, gracias también a políticas de empleo y capacitación. Pero si bien hay mejoras, la realidad de quienes están buscando trabajo sigue siendo compleja, especialmente para las mujeres y para quienes se ven obligados a aceptar trabajos informales.
El mercado laboral sigue mostrando una brecha de género que no podemos pasar por alto: la tasa de desocupación femenina es del 9,2%, frente al 8,4% de los hombres, y además, las mujeres trabajan en promedio cinco horas menos a la semana. Desde las empresas, tenemos una responsabilidad en cerrar esta brecha. Esto incluye ofrecer opciones de trabajo flexible, como horarios adaptables y teletrabajo, que permitan equilibrar la vida personal y profesional, y fomentar programas de desarrollo profesional enfocados en mujeres. Además, las políticas de igualdad salarial son fundamentales para asegurar que todas y todos reciban un pago justo por su trabajo.
Otro punto que preocupa es el aumento de la ocupación informal, que ya alcanza el 27%. Si bien para muchas personas la informalidad puede ser una forma de ingresar al mercado laboral en tiempos difíciles, también significa trabajos sin seguridad social y en condiciones menos protegidas. Tanto el gobierno como el sector privado podemos ayudar a revertir esta tendencia. Ofrecer incentivos a las empresas que formalicen a sus empleados, junto con programas de capacitación para trabajadores informales, ayudaría a que puedan acceder a mejores oportunidades en el mercado formal.
Para el próximo año, las proyecciones de crecimiento del empleo son moderadamente optimistas, pero requieren de una base sólida. Necesitamos invertir en educación y en programas de capacitación continua que adapten nuestras habilidades a las nuevas necesidades del mercado. También es esencial impulsar la innovación y apoyar a nuestras pequeñas y medianas empresas, que son clave para el desarrollo económico.
Si realmente queremos un mercado laboral más equitativo y resiliente, debemos actuar desde todos los frentes. Chile tiene las capacidades y el talento para lograrlo, pero esto requiere compromiso y decisiones alineadas con un crecimiento inclusivo y sostenible.
La tasa de desocupación en Chile, que alcanzó un 8,7% en el último trimestre, es una señal positiva de recuperación, aunque todavía con desafíos por delante. Al desglosar estos números, vemos que sectores como el comercio (8,7%), enseñanza (27,7%) y servicios de alimentos han impulsado gran parte del crecimiento laboral reciente, gracias también a políticas de empleo y capacitación. Pero si bien hay mejoras, la realidad de quienes están buscando trabajo sigue siendo compleja, especialmente para las mujeres y para quienes se ven obligados a aceptar trabajos informales.
El mercado laboral sigue mostrando una brecha de género que no podemos pasar por alto: la tasa de desocupación femenina es del 9,2%, frente al 8,4% de los hombres, y además, las mujeres trabajan en promedio cinco horas menos a la semana. Desde las empresas, tenemos una responsabilidad en cerrar esta brecha. Esto incluye ofrecer opciones de trabajo flexible, como horarios adaptables y teletrabajo, que permitan equilibrar la vida personal y profesional, y fomentar programas de desarrollo profesional enfocados en mujeres. Además, las políticas de igualdad salarial son fundamentales para asegurar que todas y todos reciban un pago justo por su trabajo.
Otro punto que preocupa es el aumento de la ocupación informal, que ya alcanza el 27%. Si bien para muchas personas la informalidad puede ser una forma de ingresar al mercado laboral en tiempos difíciles, también significa trabajos sin seguridad social y en condiciones menos protegidas. Tanto el gobierno como el sector privado podemos ayudar a revertir esta tendencia. Ofrecer incentivos a las empresas que formalicen a sus empleados, junto con programas de capacitación para trabajadores informales, ayudaría a que puedan acceder a mejores oportunidades en el mercado formal.
Para el próximo año, las proyecciones de crecimiento del empleo son moderadamente optimistas, pero requieren de una base sólida. Necesitamos invertir en educación y en programas de capacitación continua que adapten nuestras habilidades a las nuevas necesidades del mercado. También es esencial impulsar la innovación y apoyar a nuestras pequeñas y medianas empresas, que son clave para el desarrollo económico.
Si realmente queremos un mercado laboral más equitativo y resiliente, debemos actuar desde todos los frentes. Chile tiene las capacidades y el talento para lograrlo, pero esto requiere compromiso y decisiones alineadas con un crecimiento inclusivo y sostenible.
Freddy Mora | Imprimir | 121