miércoles 08 de enero del 2025
El Diario del Maule Sur
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Opinión 07-01-2025
Después de la PAES: Acompañar el futuro con perspectiva
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Dra. Camila Leigh González,
Académica e investigadora de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales,
Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar.

No importa el puntaje que aparezca en la pantalla, hay algo que siempre debemos recordar: nuestros hijos no son un número. Lo que realmente los define es el esfuerzo y las ganas de seguir adelante, aun cuando el camino parezca incierto.En muchos hogares, los resultados de la PAES llegan como un momento de revelación. Algunas familias respiran con alivio, mientras otras enfrentan conversaciones llenas de "qué pasará ahora". Sea cual sea la emoción que predomine, hay algo que no cambia: este momento no es un fin, sino un punto de inflexión.Cuando veo a padres y madres preocupados por cómo abordar esta etapa, suelo recordarles que los resultados académicos son una sola cara de la moneda. La otra, igual de importante, es cómo ayudar a los hijos a enfrentar lo que sienten, a darle sentido a sus logros o a sus tropiezos, y a mirar hacia adelante con confianza.Es fácil, como adultos, querer llenar los silencios con frases comunes "No te preocupes, todo va a estar bien", decimos, sin darnos cuenta de que esas palabras no siempre consuelan. Porque, para ellos, no parece estar todo bien. Quizá sienten que decepcionaron a alguien, o que no cumplieron las expectativas que incluso ellos mismos se impusieron.¿Qué podemos hacer en estos casos? Escuchar. Escuchar sin interrumpir. Aceptar su tristeza o frustración sin intentar borrarla de inmediato. A veces, nuestros hijos solo necesitan que alguien les diga: "Entiendo cómo te sientes. Estoy aquí".Después de eso, cuando la niebla se disipa, podemos ayudarles a ver lo que viene. Porque siempre hay algo más adelante. Y aquí es donde como familia tenemos un rol crucial: ser esa voz que les recuerda que el futuro es amplio, que las opciones son muchas, y que no todo depende de un único resultado.Es cierto que la PAES abre puertas importantes, pero no son las únicas. Algunas familias pueden estar viendo que incluso más allá del resultados sus hijas e hijos no quieren elegir carreras convencionales y eso también puede generar tensiones asociadas a las expectativas que, nuevamente, imponemos en nuestros hijos. Steve Jobs, por ejemplo, tomó clases de caligrafía en la universidad como oyente cuando debió retirarse por problemas económicos, algo que a muchos les habría parecido inútil en ese momento o sin sentido. Sin embargo, fue precisamente esa experiencia la que luego influyó en el diseño de las tipografías que tienen los computadores Mac. Esta historia nos invita a reflexionar: lo importante no es siempre el "qué", sino el "cómo" aprovechamos lo que aprendemos.Por eso, si los resultados no fueron los esperados, no significa que debamos renunciar a los sueños. Tal vez signifique postergarlos, ajustarlos o incluso redirigirlos. Y eso está bien. Tal vez quieran rendir la prueba nuevamente, elegir otra carrera de la que inicialmente habían soñado, explorar áreas menos tradicionales o darse un tiempo para decidir. Lo esencial es acompañarlos en ese proceso sin imponerles un camino, respetando sus intereses y ayudándoles a construir un futuro que sea auténtico para ellos.En los días que vienen, los padres, no deben olvidar este detalle: los hijos e hijas no necesitan respuestas inmediatas, sino saber que estamos a su lado. Que la confianza que se deposita en ellos no
dependa de un número, sino de su capacidad de crecer, de aprender, de encontrar su propia forma de avanzar. Y que, pase lo que pase, no están solos
Freddy Mora | Imprimir | 179