martes 11 de marzo del 2025
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 11-03-2025
Esta vez: Tohá
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H.R.

Nadie está libre de enemigos. Pero cuando el disgusto se convierte en el arma de los tarados, el simple desagrado toma la forma de persecuciones callejeras, regurgitación de insultos, escupitajos, empujones y cualesquiera medios violentos. En estos tiempos nada es más legítimo, divertido y regocijante que atacar a alguien. De ello no se salvó el pasado viernes la exministra y actual aspirante presidencial, Carolina Tohá (PPD), quien fue agredida en pleno centro de la capital por una muchedumbre chirriante.

Hoy en día, la influencia de las masas en la sociedad y la política no sorprende a nadie. A partir de los cambios propios del mundo moderno, tales como la industrialización, la urbanización, la expansión del comercio y las comunicaciones, emerge una progresiva presión popular por tomar parte en los asuntos políticos. Este empoderamiento, sin embargo, va a la par con la representación del rostro de la violencia política: muchedumbres callejeras con la posibilidad de imponer y evacuar todo tipo de odios, reproches, resentimientos y violencia, de quienes hasta entonces vivían en la sumisión y el rezongo silente.

Ese disgusto o malestar está siempre presente. Es la expresión cotidiana de las condiciones en que se vive, ostensible en todo tipo de frustraciones y rencores devenidos de derrotas, fracasos, injusticias y menoscabos personales que en el día a día no se logra revelar del todo, viéndose restringidos en expresiones individuales y marginales en contextos privados, pero presta a despertar en cualquier momento. Es de esperar, entonces, que la rabia demencial de dichas criaturas adoloridas se desate ante un “otro”. No para eliminar sus presuntas injusticias, sino para evacuar su furor acumulado, para librarse de ese odio en sordina contra alguien ante el cual descargar sus resentimientos, más aún si se da la oportunidad de hacerlo público y de sumarlo al de otros vociferantes ansiosos de convertir su blanco en el pecador que merece su castigo.

Esta vez había que aprovechar para darle rienda suelta a la rabia. Esta vez fue contra Tohá. Pero es de esperar que en medio de dichas muchedumbres de odiadores no surjan nuevos reclutas, listos para aprovechar la ocasión ideal para dar salida irrestricta a esa rabia reprimida que los acecha en lo más profundo y primitivo de su alma, para abalanzarse, una vez más, sobre un nuevo blanco.

No sería de extrañar en tiempos tan salvajes y embrutecidos como los de hoy, donde solo un experto en psicología de masas o un psiquiatra podría explicar lo que ocurre en nuestro país.

Freddy Mora | Imprimir | 187