Hoy
jueves 30 de enero del 2025
Opinión 30-01-2025
IA y una nueva palabra para este 2025: Agéntico
Cristián Villegas Director Instituto de Educación y Lenguaje Universidad de Las Américas
La inteligencia artificial se ha convertido en una gran protagonista de nuestro diario vivir los últimos dos años, acaparando titulares y modificando rápidamente la manera de aprender, trabajar y resolver problemas cotidianos. Sin embargo, el 2025 promete un giro todavía más radical con la popularización de un nuevo término: “agéntico”. Propuesto por John Roese, director global de tecnología de Dell Technologies, esta palabra se refiere a un tipo de IA que no se limita a responder órdenes, sino que actúa como un agente independiente capaz de anticiparse a las necesidades del usuario y tomar decisiones complejas.
La IA agéntica deja de ser una herramienta pasiva para transformarse en un “socio” tecnológico con autonomía, donde, por ejemplo, si se quiere usar para estudiar en vez de solo sugerir recursos o entregar información, es capaz de programar una ruta de aprendizaje; incluso, si se le pide, puede matricular a una persona en cursos para que aprenda lo que solicitó. Todo ello, sin instrucciones detalladas en cada paso, agilizando así las tareas y potenciando la productividad, lo que tiene implicancias tanto en la vida cotidiana como en el mundo productivo.
Esta visión no se limita al ámbito personal, las empresas ya vislumbran cómo la inteligencia artificial agéntica puede integrarse en procesos esenciales, donde para este año se espera la aparición de nuevos modelos especializados, como compositores de software o editores de contenido, encargados de gestionar y optimizar la producción cada vez con menos supervisión humana. No obstante, el desarrollo de esta tecnología trae consigo desafíos urgentes, como la regulación ética y legal, la ciberseguridad y atender el sesgo algorítmico, temas que deberán ser abordados de forma prioritaria.
Lo “agéntico” promete redefinir nuestra interacción con la tecnología y marcar el rumbo hacia un futuro donde la IA sea una aliada capaz de potenciar nuestras capacidades y, al mismo tiempo, exigirnos una mayor responsabilidad en su uso y regulación. Con la llegada del 2025, queda claro que esta herramienta no solo está para facilitarnos la vida, sino también para transformarla por completo.
Es importante que el control de la inteligencia artificial, considerando las proyecciones de impacto que tiene, no esté solo en mano de las grandes empresas informáticas, ya que se requiere del levantamiento de estrategias nacionales en las que cada país establezca sus propias políticas y ecosistemas para aprovechar al máximo su potencial en beneficio de todos los ciudadanos.
La inteligencia artificial se ha convertido en una gran protagonista de nuestro diario vivir los últimos dos años, acaparando titulares y modificando rápidamente la manera de aprender, trabajar y resolver problemas cotidianos. Sin embargo, el 2025 promete un giro todavía más radical con la popularización de un nuevo término: “agéntico”. Propuesto por John Roese, director global de tecnología de Dell Technologies, esta palabra se refiere a un tipo de IA que no se limita a responder órdenes, sino que actúa como un agente independiente capaz de anticiparse a las necesidades del usuario y tomar decisiones complejas.
La IA agéntica deja de ser una herramienta pasiva para transformarse en un “socio” tecnológico con autonomía, donde, por ejemplo, si se quiere usar para estudiar en vez de solo sugerir recursos o entregar información, es capaz de programar una ruta de aprendizaje; incluso, si se le pide, puede matricular a una persona en cursos para que aprenda lo que solicitó. Todo ello, sin instrucciones detalladas en cada paso, agilizando así las tareas y potenciando la productividad, lo que tiene implicancias tanto en la vida cotidiana como en el mundo productivo.
Esta visión no se limita al ámbito personal, las empresas ya vislumbran cómo la inteligencia artificial agéntica puede integrarse en procesos esenciales, donde para este año se espera la aparición de nuevos modelos especializados, como compositores de software o editores de contenido, encargados de gestionar y optimizar la producción cada vez con menos supervisión humana. No obstante, el desarrollo de esta tecnología trae consigo desafíos urgentes, como la regulación ética y legal, la ciberseguridad y atender el sesgo algorítmico, temas que deberán ser abordados de forma prioritaria.
Lo “agéntico” promete redefinir nuestra interacción con la tecnología y marcar el rumbo hacia un futuro donde la IA sea una aliada capaz de potenciar nuestras capacidades y, al mismo tiempo, exigirnos una mayor responsabilidad en su uso y regulación. Con la llegada del 2025, queda claro que esta herramienta no solo está para facilitarnos la vida, sino también para transformarla por completo.
Es importante que el control de la inteligencia artificial, considerando las proyecciones de impacto que tiene, no esté solo en mano de las grandes empresas informáticas, ya que se requiere del levantamiento de estrategias nacionales en las que cada país establezca sus propias políticas y ecosistemas para aprovechar al máximo su potencial en beneficio de todos los ciudadanos.
Freddy Mora | Imprimir | 142