domingo 08 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Opinión 26-07-2024
La Belleza de la Simpleza: Reflexiones sobre el Arte de Tocar la Batería Williams Elgueta
Tocar la batería es una experiencia profundamente enriquecedora que trasciende la mera ejecución de golpes precisos y rápidos. Es un acto de comunión con el ritmo, una manifestación física de la esencia misma de la música. La tentación del virtuosismo, de mostrar destreza técnica y complejidad en cada compás, puede ser grande, pero no debe ser el fin último de un baterista.

El verdadero arte de tocar la batería radica en la simplicidad, en la capacidad de escuchar y sentir cada golpe como una extensión de nuestro propio pulso. La música no es una carrera, no es una competencia donde el más rápido o el más técnico se lleva el premio. Es un lenguaje universal que nos conecta, que nos permite expresar emociones y estados de ánimo de una manera que las palabras no pueden alcanzar.

Respetar la simpleza es entender que cada ritmo, por sencillo que parezca, tiene un propósito y un lugar en la composición. Es sumergirse en el lenguaje rítmico y dejar que nuestros latidos marquen el compás logrando así una armonía con el instrumento que solo se alcanza cuando tocamos desde el corazón y no desde la vanidad.

Ser un buen baterista no es cuestión de cuántos golpes puedes dar en un minuto, sino de cuán profundamente puedes sentir y transmitir el ritmo. La batería, como cualquier otro instrumento, es una extensión de nosotros mismos, un canal a través del cual fluye nuestra energía vital. Tocar con respeto, con pasión y con una profunda comprensión de la música, es honrar el arte y a nosotros mismos como músicos.

En última instancia, el verdadero valor de un baterista se mide no por la complejidad de sus patrones, sino por la autenticidad y la emoción que logra transmitir con cada golpe. Porque en la simpleza, en ese latido constante y sincero, reside la verdadera belleza de la música
Freddy Mora | Imprimir | 272