viernes 06 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Opinión 21-07-2024
LAS ENTRAÑAS DEL PASTOR…
Raúl Moris G. , Pbro.

Uno de los sentimientos que mejor retratan la persona y la misión de Jesús es su compasión, sus “entrañas de misericordia”, los evangelistas sinópticos la descubren e insisten en ella una y otra vez; será el resorte que mueve la acción del Señor de cara a los dolientes, de cara a los pobres, de cara a la muchedumbre anónima, de cara a sus propios discípulos, como, asimismo, será el rasgo que les revelará de manera más contundente su identidad.
El verbo que utilizan unánimes Marcos, Mateo y Lucas para transmitir esta experiencia singular que los testigos transmitieron, es el verbo griego Splankhnízomai, directamente relacionado con la palabra Splankhna, que en griego sirve para referirse en términos generales a los órganos internos, a las vísceras: hígado, riñones, intestinos, etc., y en términos específicos, en la Septuaginta -la traducción griega del Antiguo Testamento- al útero; el Rahamim de la Biblia hebrea, lo que en español llamamos “las entrañas”.
Las entrañas -el movimiento de las vísceras- remite a esa a conmoción afectiva que busca una vía de expresión en la contracción dolorosa que se produce a nivel del vientre, cuando estamos frente a algo que nos toca directa y profundamente: un temor, la amenazante inminencia de una noticia que creemos que nos va a desarmar; pero que también abarca la capacidad de abrirnos al otro, al dolor de los otros, a la alegría, a las esperanzas o a las aflicciones de los otros, apropiándonos de ellas, padeciendo también nosotros con ellas, haciéndonos solidarios y capaces de compartir con los otros sus vivencias como si fueran las nuestras.
Las entrañas aluden a nuestra posibilidad de empatía, o dicho en un modo más propiamente cristiano, de nuestra compasión, si entendemos por ésta, la capacidad que nos ha sido dada de hacer nuestro el sentir de los que caminan a nuestro lado, para construir con ellos una comunidad, para hacernos cargo de los que han sido llamados como nosotros y con nosotros a participar de una misma suerte.
La compasión que brota de lo profundo del querer de Dios no tiene horario, es lo que ahora, en su compañía, habrán de aprender los apóstoles, ya habrá para ellos el tiempo que recrea, la refrescante soledad para estar con Jesús; ahora es el tiempo de aprender qué significa abrazar la vocación de tener entrañas de pastor, de ser los anunciadores de la honda misericordia que brota del seno de los cielos, que se ha hecho carne en la carne entregada de Jesús.
Freddy Mora | Imprimir | 247