sábado 14 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 04-04-2024
NERUDA Y EL CID
Jaime Gonzàlez Colville
Academia Chilena de la Historia

Según el poema del Cid, leído con desgano en los años del Liceo y, desmenuzado hasta el paroxismo, cuando se estudia castellano en la Universidad, el legendario héroe español, ya muerto, fue afirmado en la montura de su caballo para encabezar las tropas y así atemorizar a los moros, lo cual habría acontecido. Se dice entonces que el Cid ganó una batalla después de muerto.
Con Neruda pasa algo semejante. Sigue dando batallas después de su tránsito terrenal y enhebrando discusiones de todo nivel.
El domingo pasado, el diario El Mercurio, en su sección Artes y Letras (cada vez más decaído) hace un recuerdo del centenario de los “Veinte Poemas de Amor y Una Canción Desesperada” editada en junio de 1924.
Tres damas, muy doctas sin duda, se refirieron, de paso, al poeta delgaducho que llegó hasta la Editorial Nascimento con un puñado de versos para ver una opción editorial. Hecho este ligero preámbulo y sin profundizar mucho en los detalles “duros” que significaron aquellos años para el poeta, se lanzaron a divagar sobre la calidad, cualidad, intención y otros condimentos de los versos. Si alguien quiso saber cómo se gestó aquel libro y recrear lo que fueron esos años salvajes para la poesía, se quedó, en buen chileno, “con las ganas”.
Recuerdo una presentación, en la sala Ercilla, según creo, de la Biblioteca Nacional, donde conspicuos directores de cine y laureados actores daban el avant premier de la película “Neruda”. Con voz estentórea, el actor principal, describía la brutal persecución del poeta por las calles de Santiago, a raíz de la famosa “ley maldita” del Presidente Gonzàlez Videla y de la orden de “disparar a matar” que se dio en contra del autor de tantos títulos universales, y de la fanática obsesión de un agente policial por darle caza.
Como se nos ocurriera intervenir, a un ofrecimiento de los hablantes, dijimos que el poeta nunca fue perseguido por esa ley, toda vez que se le desaforó en febrero de 1948 por el poder judicial de donde emanó la orden de detención, y la disposición legal en comento apareció en octubre de ese año, cuando ya Neruda, muy agradecido de esta persecución que agrandó su fama siempre insatisfecha, iba rumbo al extranjero, para llegar como héroe a Europa.
Silencio sepulcral en la sala, miradas un tanto agresivas de los directivos de la Biblioteca, pero el actor que “hizo de Neruda”, trata de salvar la situación con una frase para el bronce…”El cine es creación y ello es infinito”.
Y aquí dejamos el estiércol desparramado: “Con esa premisa, señor – acotamos- Ud. puede hace una película sobre el combate de Iquique y poner a Manuel Rodríguez en la Esmeralda”. Rumor de risas en la sala. Aprovechamos el instante para escabullirnos. Pero después remachamos nuestras expresiones con sendas cartas a El Mercurio y La Segunda. Ambas publicadas.
Volviendo al tema de Artes y Letras, digamos que no fue un Neruda anoréxico a intentar publicar sus “Veinte poemas...”, sino que, el portador fue Roberto Meza Fuentes, a quien conocimos en Santiago en 1978. Ya el poeta era ultra conocido por “Crepusculario” que se agotó en poco tiempo y fue reeditado tres años después y vuelto a imprimir durante un cuarto de siglo. Además la combativa y anárquica revista “Claridad” de la FECH, fundada en 1920, era el mejor escenario para los poetas que nacían. Las primeras y desconocidas imágenes y poesías de Neruda están en esas páginas.
Y Nascimento no fue la única editorial: Zig Zag, la Editorial Chilena, La Ilustración y otras imprentas “tironearon” para ser los gestores de la obra. Pero Neruda puso condiciones: que el libro fuera cuadrado y no rectangular, que no llevara numeración y una portada a colores.
Nascimento se había fundado en 1917, era la menos experimentada, pero terminó editando a todos los gran criollistas, desde Mariano Latorre para abajo.
La fotografía que publica el decano de nuestra prensa, de un Neruda de “veinte años” es errónea. Esa imagen es de 1927, cuando está a punto de irse de cónsul al extranjero. Tenemos tres fotografías del Neruda adolescente y joven y creemos que poco conocidas.
Artículo, como nos decía nuestro profesor de Composición Castellana “llenador pero desabrido”. Mucha palabrería, todas rimbombantes, pero en ese mar de conocimientos, hay un centímetro de profundidad.

Freddy Mora | Imprimir | 310