sábado 18 de enero del 2025
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Opinión 18-01-2025
Políticas de la post-amistad
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Jaime González Sanhueza
jaimegonzalezs@gmail.com

No hay que ser sociólogo para visualizar que hay una cultura, una estructura algorítmica, un dispositivo comunicacional normalizado y hegemónico de cómo funcionan las redes sociales. Un manual de lo correcto e incorrecto. De lo cool y lo no cool. Murmuramos sobre aquél, aquélla que se vende bien por redes. Pagamos por contenidos. Estamos atravesados socialmente por los famosos emoticones; usamos términos que vienen del “whatsapp” (whatsappeame más rato). Se vislumbra cierto tipo de lugares, así como bares underground. con los “grupos”” whatsapp. Sea por afinidad, por trabajo, por lo que sea. Y que no hay necesidad de verse para hacer una reunión, solo basta una videollamada y ok. Ahora, bien. “Te etiqueté”. ¿Viste mi historia de Instagram? ¿Hacemos una publicación compartida? “Tu algoritmo es bastante erótico. Bloquea tus historias a tu madre, no seas leso” ¿Estamos realmente conectados?.
¿Es más fácil evitar a la otredad que tener que hablar en persona?. ¿Nos incomoda el otro? Seguramente que muchos finales de relaciones, amistades, despidos de trabajo se han dado por mail, Instagram, WhatsApp. Ya como medio formal para decirte que ¡Estás fuera!. ¿Es mejor o no? Depende de donde se le mire. Y éticamente, moralmente, quizás ciertos actos por ahí requieren de ser en vivo y en directo. No sé. Conocer a alguien porque hay algo mayor en juego, que solo chatear.
¿Es más falso? No sé si es más falso, pero distinto. Hay algo del ser que se pierde en las conversaciones virtuales. Digo, así, en una onda poeta que cree en la otredad cuando se presenta fenomenológicamente frente a uno. Es decir: cara a cara. Máscara a mascarada. Olfato con olfato. La voz en vivo. La piel. La mirada. Como camina. Cómo es su energía en persona, si quieren, claro. Su esencia, como la llamen. El alma, también puede ser. Bellas metáforas.
En la antigüedad, la no inmediatez de las cosas requería que las personas se programaran para verse, para charlar, contarse sus problemas, escuchar el último vinilo de Pink Floyd o Charly García en grupo, tomar una “once” entre amigos, en fin, estar en comunidad y en comunión. El contacto visual, la presencia viva de la otredad, era un ritual distinto. Ver al otro en silencio, que nos miren a los ojos. Algo hay en ello, ¿no?
Pero, por otro lado, en Facebook, Instagram, Zoom o cualquier red social, pareciera que hasta nos favorece evitar tener que ver a otra persona y todo quedar en una charla de chat. La otredad se transforma en un avatar que, ante cualquier desavenencia, podemos bloquear. El famoso ghosting. ¿No les ha pasado? De repente, un amigo de la vida los bloqueó y nunca dio explicaciones. Antes, en persona, eso se debía enfrentar. (El deber ser de Kant, de nuevo es ético, moral). Ahora, a un clic, hacemos que aquel amigo o amiga que nos incomode, lo saquemos de nuestra vida sin mayores explicaciones. ¿Es positivo o negativo? y depende. Por un lado, te sacas de encima a una persona sin dar explicaciones, por otro, perdemos la habilidad de convivir en la diferencia, la tolerancia del otro, la mirada del otro, el estar del otro.
"Oh amigos, no hay amigos", Aristóteles, en su "Ética a Nicómaco", el pensador distingue entre amistades de utilidad, placer y virtud, destacando la rareza de las verdaderas amistades basadas en el bien mutuo (siglo IV a.C.). ¿Por qué Aristóteles nos dice " amigos no hay amigos"? ¿La amistad no existe? ¿O es la amistad otra forma en que el humano se relaciona con una otredad y que, nos guste a no, hay siempre algo de poder o beneficio mutuo que se teje por debajo?
Bertrand Russell, otro pensador que ha intentado definir la amistad en su texto "La conquista de la felicidad" (1930), tiene un claro énfasis en la importancia de las relaciones genuinas para la felicidad, advirtiendo sobre la superficialidad de las conexiones modernas. ¡Ojo, lo dice en 1930 !. Vale la pregunta: ¿Hay relaciones genuinas? ¿Cómo tengo certeza de que es así? ¿No será que detrás de toda amistad se esconde otro tipo de intercambio, beneficio?
Jacques Derrida, en "Políticas de la amistad" (1994) trata esta lectura de la amistad., Derrida hace una tremenda deconstrucción sobre la complejidad de las relaciones y cómo el poder y la política influyen en ellas. ¿Son las redes sociales una forma de imponer la verdad? Sin duda. Tienen un fuerte carácter político de invitar a mostrar tu vida en logros materiales, de lucirse frente a tus seguidores y, en medio, comprar lo que el algoritmo te ha ofrecido para satisfacer tus deseos. Las redes sociales son uno de los instrumentos políticos más efectivos del último siglo. ¿Algo que no esté en redes para comprar? …Y verse en persona es lo único que va quedando… Nuestros cuerpos… Somos cuerpos en vivo... Lo olvidamos, parece.
¿Nunca lloraron con una canción y otra persona al lado? Algo pasa allí. (. ). La tecnología, la inmediatez, el mostrar nuestras vidas perfectas por Instagram nos ha vuelto más solitarios, menos empáticos. Vivimos algo como en un submundo donde somos protagonistas de nuestro propio reality... A mayor felicidad mostramos por Instagram, las recompensas están en los likes que generamos — ¿dopamina? Ojo ahí. Nos vamos para otro lado, el químico.
En redes, el que es más feliz gana. El que tiene menos problemas. Él conquistó su capital. Estimada lectora (o/e) (tod@s tenemos problemas). Daniel Melero, músico argentino, que una vez me tocó entrevistar, me dijo: “Desconfío de la gente que no tiene problemas”. A nadie le interesa hablar de problemas, porque nuestras vidas ya son un problema en sí mismas. Por eso los presocráticos enseñaban formas de vida, como Epicuro, hedonista. Cabe decir, que Epicuro propone un hedonismo basado en mientras más simple, más feliz. El hedonismo actual, es más bien un neo narcisismo. Cerati nunca usó esta frase de Epicuro. “Huye del dolor, acércate al placer”. Re Soda Stereo la frase, parece un coro del Álbum Signos (1987) ¿Son placenteras las redes?
Vuelvo a las viejas juntas con amigos, la familia, tenían ese carácter de intimidad que no obligaba a que todo fuera perfecto. Ahora, importa más la selfie del momento, que todo el mundo se entere que hoy domingo estamos en la playa, como si fuese el cielo mismo. Luego de la selfie, todos tomamos nuestros celulares y volvemos a nuestro mundo interno frente a una pantalla. Todo es producido. Todo es un espectáculo para las redes. Vivimos en un mundo como el de la película “ The Truman Show”. ¿La Vieron? Yo como mil veces. Todos, todas, somos Truman y a la vez los amigos de Truman. Si no la han visto, recomendada.
La burbuja de estar en redes. Entramado de narcisismo, autoengaño, capitalismo, imágenes, sexo, viajes, placer, dopamina y soledad. Es un cóctel raro, pero bastante humano. ¿Por qué no? ¿El narcisismo nació en las redes? ¿O siempre hemos sido así y a través de las redes sale a relucir mis estos aspectos humanos ya hablamos en los mitos griegos?
Hoy llamar por teléfono puede ser una imprudencia al que está del otro lado de la línea. Un WhatsApp en un mal horario, también puede caer en una desubicación por parte del emisor. Eso de “llámame cuando quieras, somos amigos, familia”, como metáfora ya murió. La comunión murió. La cofradía murió. La amistad murió. Llegar a ver un “amigo” sin avisar, es hoy un grave delito ético y moral. En mi caso, por costumbre familiar, si llega algún conocido, amigo, se le recibe de inmediato y se le ofrece algo para beber, costumbre que viene de los campamentos en el desierto, donde a nadie se le niega el acceso, menos el agua.
A pesar de estar constantemente "conectados", muchas personas sienten una desconexión emocional y una falta de amistades verdaderas que aporten significado y apoyo en sus vidas. Lejos de crear comunidad, las redes han fomentado el individualismo, la intolerancia por la otredad. Todo debe ser inmediato y fugaz, si no es aburrido. Me ha pasado que ponen una canción y la cortan por la mitad porque ya les aburrió. ¡Las canciones se escuchan completas!
Vuelvo a Aristóteles, la frase "Oh amigos, no hay amigos" de Aristóteles, ¿puede ofrecer una visión crítica del fenómeno de las redes sociales como Instagram, WhatsApp y Facebook? Aunque la frase puede parecer anacrónica, sigue siendo relevante al analizar cómo interactuamos en plataformas digitales. Dicen que la frase está mal traducida y en realidad es “quien tiene muchos amigos no tiene amigos”. En Facebook dicen puedes tener 5000 amigos. ¡5000! Olvídate de un cumpleaños presencial… y que lleguen tod@s.
Ojo que no estoy en contra del teletrabajo o las redes. Es como funciona el dispositivo
No leemos, amig@s. Ahora llaman seguido. Como sea. Cualquier red es otro dispositivo político, para bien y para mal.
Freddy Mora | Imprimir | 80