sábado 14 de septiembre del 2024
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 31-08-2024
Reflexiones sobre una crisis valórica y cultural.
Fernando Astudillo Becerra

El mundo y nuestra América morena vive una crisis cultural que ha terminado por enfermar a nuestros pueblos.

Una de las expresiones de ella es la dificultad de las personas de saber lo que es correcto y lo que no lo es; esa suerte de pérdida del horizonte ético trae a lo menos tres consecuencias: inseguridad en la vida, tensión en las relaciones sociales y pérdida del sentido más profundo de la vida.

Todo esto se agrava, por un modelo económico hegemónico de mercado que se rige por la competencia y no por la cooperación, ello nos hace vivir en una época en la que se están destruyendo rápidamente las relaciones sociales, el trabajo comunitario y los ecosistemas de la Tierra, mientras una pequeña minoría de nuestro país y de la humanidad monopoliza la riqueza.

Entre tanto estamos experimentando cambios profundos y rápidos en el modo de organizar la sociedad humana, no necesariamente puestos al servicios de las personas y las comunidades, si no más bien que del mercado, y una ciencia y tecnología que parece tener como norte el dinero o a sí misma pero no necesariamente el bienestar de las personas.

Un primer paso en la búsqueda y construcción de un camino que lleve a un Chile donde florezca la alegría, la vida, la belleza y la dignidad, consiste en entender, hacer conciencia de la realidad actual de nuestro país y región, el segundo paso es el rechazo moral y ético a la forma de vida que se nos propone y el tercer paso es la unidad y la organización para construir formas nuevas, a veces no tanto de relaciones económicas y sociales.

Hoy, políticamente son las corporaciones transnacionales las que se están convirtiendo en las potencias dominantes del mundo, con el respaldo de la fuerza militar de las naciones que sirven a sus intereses.

Culturalmente, los medios de comunicación social y las RRSS imponen en todo el mundo los valores y los deseos del consumismo.

Tecnológicamente, los avances en las comunicaciones, en la computación. la inteligencia artificial y en la genética amplían los poderes humanos como nunca antes, pero no de todos los humanos sino más bien de los que dominan esa tecnología que no necesariamente está al servicio de todas y todos.

Económicamente, el mundo está siendo sometido en casi todos los niveles a los dictados del mercado y del beneficio como motivación principal de ser y del hacer. Incluso esto lo vemos en las religiones y en la cada vez más fuerte teología de la prosperidad.

Es inherente con el sistema que actualmente domina y explota nuestro mundo; esa pérdida de valores que genera una especie de engaño colectivo, en el que lo que es ilógico y destructivo ha llegado a verse como normal e inevitable.

Así vivimos un falso orden, el des/orden dominante se expresa entre otras cosas en:
Algo que es ya parte de la historia y que tristemente no se ha querido superar, con honrosas excepciones, la creciente desigualdad entre ricos y pobres, distancia que se ha ido convertido en un abismo. Globalmente, las diferencias de renta entre ricos y pobres se han centuplicado. Y, para empeorar las cosas, siguen transfiriéndose cantidades masivas de riqueza desde los países pobres a los ricos por el servicio de la deuda . Mientras que la pobreza causa por sí misma indecibles sufrimientos, la desigualdad los agrava.

Los medios de comunicación social y las RRSS, ofrecen como valores solo un aspiración por consumir. Del mismo modo se encargan de debilitar las fuentes tradicionales de apoyo social la cultura, la familia y las tradiciones. El sálvate solo se impone como una filosofía y una forma de relación social válida.

Así se va produciendo el rápido agotamiento de las riquezas de la Tierra, riquezas que incluyen el agua limpia, el aire puro, el suelo fértil y una multitud diversa de comunidades orgánicas. la devastación ecológica, está haciendo desaparecer el sustento que ofrecían los medios de subsistencia tradicionales y la belleza del mundo natural.

El modelo dominador levanta falsas premisas, a las que les da un carácter de ciencia y las repite hasta el cansancio, mencionemos solo dos:

Que podemos bien abordar la pobreza o bien proteger los ecosistemas, pero no ambas cosas, falsedad que defienden quienes desean seguir explotando la Tierra y a la parte más pobre y vulnerable de la humanidad.

Que el remedio a la pobreza está en el desarrollo capitalista, sin considerar que las enfermedades que empobrecen a la gente empobrecen también a la Tierra.

Premisas que son falsas, que no tiene sustento ni técnico, ni científico y que son expresiones de políticas que buscan posesionar el modelo imperante como si este fuera una revelación de la divinidad.

El modelo dominador posee características que explican nuestro actual des/orden global, producido por el capitalismo de crecimiento financiero e industrial:

1)Adicción al crecimiento sin límites y por ello una incomprensión de lo que es el desarrollo.
2) Confianza en la deuda y en la especulación como generadores clave del beneficio.
3) Tendencia a monopolizar el conocimiento e imponer una cultura global uniforme.
4) Confianza en el poder como dominación, incluidas la potencia militar y la violencia.

Pese a que el panorama parece desolador, es necesario hacer conciencia de la situación en que nos encontramos como país y como humanidad. Es el primer paso de los tres que definimos como esenciales para provocar el cambio que la humanidad y la tierra necesita.

Para ello, siguiendo la invitación de dom Hélder Cámara, existen las minorías abrahámicas, que son aquellos pequeños grupos de hombres y mujeres que contra toda desesperanza siguen teniendo fe en que la transformación, la revolución que se requiere, más que política es valórica, y es posible poner en la base de los esfuerzos de estados, gobiernos y corporaciones a los seres humanos, la naturaleza y la comunidad, ello es posible, porque el cambio está en el centro de nuestra cotidianeidad. Tarde o temprano: la vida vencerá, esa es nuestra convicción.
Freddy Mora | Imprimir | 371