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jueves 31 de octubre del 2024
Opinión 31-10-2024
Se equivocó la paloma
Tily Vergara
En este día martes se está despidiendo el mes para entrar firmemente al adormecido noviembre que nace entre un cántico de voces que se han ido y que, seguramente, están mejor que acá.
Me acuerdo del poema de Rafael Alberti, hecho canción por Serrat: “se equivocó la paloma”. Es un himno a las contradicciones, donde la percepción de la realidad se estrella en la confusión de elementos paradójicos. Pero, tiene tanto de actualidad; sólo basta con entonar la canción para confirmar que todo calza en estos tiempos.
Se equivocó la paloma; “por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua.” La persona encargada de evitar corrupción y delincuencia , es tan delincuente y corrupto como el más. “Se equivocó la paloma”.
“Creyó que el mar era el cielo, que la noche; la mañana, se equivocaba…”
Muchos candidatos formalizados obtuvieron el triunfo como si esas faltas, más bien, fueron un plus para triunfar en las urnas. “se equivocó la paloma”.
“Que las estrellas; rocío, que la calor; la nevada, se equivocaba, que tu falda era su blusa que tu corazón; su casa”.
Son dueños de esa casa, que significa el poder. Los corazones no importan, son sentimientos que se aplacan con una frase cualquiera, conformando a la gente sin fundamento alguno. Y la gente, hastiada de tantas cosas que la ventolera disipó sin dejar nada concreto, se vuelve inmutable e inmersos en esas dificultades que no faltan.
La paloma “ se durmió en la orilla o en la cumbre de una rama”. Llega el tiempo de la calma, muy ficticia; se aprecia en el semblante de las personas que día a día deben concurrir a sus labores cotidianas con cierta pesadumbre, cierto desasosiego pero sin asomo de rebeldía, sólo aceptar que la vida sigue y que los triunfadores con esa sonrisa amplia de satisfacción se sienten dueños de las estrellas, del rocío, de la noche, de la mañana, de la orilla y de la cumbre de una rama. ¿Por qué?, sencillamente porque de aquí en adelante todo será más fácil en su condición de mando.
Desde los resultados electorales se ha formado un pequeño reino, donde el rey y su servidumbre están acordes en ideas, proyectos, ambiciones que, el Señor lo permita, llegue algo de bienestar a la comunidad y no sólo sea para ellos. Hay una minoría que, fuera de patalear como un niño taimado, no serán impedimento para aprobar y rechazar lo que se les ocurra a los vencedores. Los berrinches de las minorías no hacen el peso para lograr algo, al menos.
Y así estamos, entonando la hermosa y sentida canción “se equivocó la paloma”.
A mi edad, las cosas se ven con un prisma distinto, y siento gran tristeza al notar que la humildad, gran virtud, va desapareciendo poco a poco. Actuar reconociendo las limitaciones y debilidades del ser humano es un ejercicio poco habitual, en el diario vivir. La persona modesta es aquella “que no se cree mejor que los demás ni tiene aspiraciones grandilocuentes, ni es soberbia ni ostentosa”( definición del diccionario). El éxito es un aliado incondicional de la vanidad y egoísmo para imaginar el mundo como algo propio.
La paloma es el signo del amor, la libertad y la paz. El verso de Alberti se refiere a “la interpretación errónea que le podemos dar al mundo que nos rodea”,según lo explica el análisis del verso.
Y hoy en día, todo es contradictorio, basta con ver las noticias o escuchar análisis políticos para encontrarnos con hechos que parecen sacados de una comedia de equivocaciones.
La gente que manda no está preparada (me duele decirlo), para ese rol a pesar de las buenas intenciones. No tienen la experiencia ni madurez necesaria para enfrentar la avalancha de inconvenientes atrincherados en la oposición para atacar los puntos débiles por su condición de impulsivos novatos.
Los consejos de los asesores para elegir personeros probos, diligentes y serios no han dado resultados, a mi parecer, porque manda el partido, que está formado por diferentes mentalidades que, en un principio se comprometen a cumplir fielmente lo encomendado, pero, a medida que pasa el tiempo, comienzan a nacer intereses y se van adquiriendo costumbres que permanecen sin gran variación sea quien sea que esté en el Mando, porque el ser humano es débil y muy propenso a desviarse del camino, olvidando su fundamental cometido que es el servicio social.
Los opositores fluyen como héroes de la verdad y no reparan en los mismos errores que han cometido y siguen cometiendo; critican echando la misma basura bajo su felpuda alfombra.
Recordando la sentencia de Patricio Bañados, gran comunicador que, refiriéndose a la TV dijo: “La televisión es un diamante que usan para partir nueces”.
Emulo ese principio diciendo: La Política es un diamante que se usa para clavar madera podrida.
En este día martes se está despidiendo el mes para entrar firmemente al adormecido noviembre que nace entre un cántico de voces que se han ido y que, seguramente, están mejor que acá.
Me acuerdo del poema de Rafael Alberti, hecho canción por Serrat: “se equivocó la paloma”. Es un himno a las contradicciones, donde la percepción de la realidad se estrella en la confusión de elementos paradójicos. Pero, tiene tanto de actualidad; sólo basta con entonar la canción para confirmar que todo calza en estos tiempos.
Se equivocó la paloma; “por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua.” La persona encargada de evitar corrupción y delincuencia , es tan delincuente y corrupto como el más. “Se equivocó la paloma”.
“Creyó que el mar era el cielo, que la noche; la mañana, se equivocaba…”
Muchos candidatos formalizados obtuvieron el triunfo como si esas faltas, más bien, fueron un plus para triunfar en las urnas. “se equivocó la paloma”.
“Que las estrellas; rocío, que la calor; la nevada, se equivocaba, que tu falda era su blusa que tu corazón; su casa”.
Son dueños de esa casa, que significa el poder. Los corazones no importan, son sentimientos que se aplacan con una frase cualquiera, conformando a la gente sin fundamento alguno. Y la gente, hastiada de tantas cosas que la ventolera disipó sin dejar nada concreto, se vuelve inmutable e inmersos en esas dificultades que no faltan.
La paloma “ se durmió en la orilla o en la cumbre de una rama”. Llega el tiempo de la calma, muy ficticia; se aprecia en el semblante de las personas que día a día deben concurrir a sus labores cotidianas con cierta pesadumbre, cierto desasosiego pero sin asomo de rebeldía, sólo aceptar que la vida sigue y que los triunfadores con esa sonrisa amplia de satisfacción se sienten dueños de las estrellas, del rocío, de la noche, de la mañana, de la orilla y de la cumbre de una rama. ¿Por qué?, sencillamente porque de aquí en adelante todo será más fácil en su condición de mando.
Desde los resultados electorales se ha formado un pequeño reino, donde el rey y su servidumbre están acordes en ideas, proyectos, ambiciones que, el Señor lo permita, llegue algo de bienestar a la comunidad y no sólo sea para ellos. Hay una minoría que, fuera de patalear como un niño taimado, no serán impedimento para aprobar y rechazar lo que se les ocurra a los vencedores. Los berrinches de las minorías no hacen el peso para lograr algo, al menos.
Y así estamos, entonando la hermosa y sentida canción “se equivocó la paloma”.
A mi edad, las cosas se ven con un prisma distinto, y siento gran tristeza al notar que la humildad, gran virtud, va desapareciendo poco a poco. Actuar reconociendo las limitaciones y debilidades del ser humano es un ejercicio poco habitual, en el diario vivir. La persona modesta es aquella “que no se cree mejor que los demás ni tiene aspiraciones grandilocuentes, ni es soberbia ni ostentosa”( definición del diccionario). El éxito es un aliado incondicional de la vanidad y egoísmo para imaginar el mundo como algo propio.
La paloma es el signo del amor, la libertad y la paz. El verso de Alberti se refiere a “la interpretación errónea que le podemos dar al mundo que nos rodea”,según lo explica el análisis del verso.
Y hoy en día, todo es contradictorio, basta con ver las noticias o escuchar análisis políticos para encontrarnos con hechos que parecen sacados de una comedia de equivocaciones.
La gente que manda no está preparada (me duele decirlo), para ese rol a pesar de las buenas intenciones. No tienen la experiencia ni madurez necesaria para enfrentar la avalancha de inconvenientes atrincherados en la oposición para atacar los puntos débiles por su condición de impulsivos novatos.
Los consejos de los asesores para elegir personeros probos, diligentes y serios no han dado resultados, a mi parecer, porque manda el partido, que está formado por diferentes mentalidades que, en un principio se comprometen a cumplir fielmente lo encomendado, pero, a medida que pasa el tiempo, comienzan a nacer intereses y se van adquiriendo costumbres que permanecen sin gran variación sea quien sea que esté en el Mando, porque el ser humano es débil y muy propenso a desviarse del camino, olvidando su fundamental cometido que es el servicio social.
Los opositores fluyen como héroes de la verdad y no reparan en los mismos errores que han cometido y siguen cometiendo; critican echando la misma basura bajo su felpuda alfombra.
Recordando la sentencia de Patricio Bañados, gran comunicador que, refiriéndose a la TV dijo: “La televisión es un diamante que usan para partir nueces”.
Emulo ese principio diciendo: La Política es un diamante que se usa para clavar madera podrida.
Freddy Mora | Imprimir | 118