Leonardo Vidal Hernández
Académico Terapia Ocupacional, U.Central

Este 27 de octubre se conmemoró el Día
Internacional de la Terapia Ocupacional, y este año la Federación Mundial de Terapia Ocupacional (WFOT) ha adoptado el lema "Terapia Ocupacional para todos”, que nos invita a reflexionar sobre la verdadera disponibilidad y accesibilidad del servicio para cada persona a lo largo de nuestro país. ¿Están realmente disponibles los servicios de Terapia Ocupacional a lo largo de toda la red de salud, educación y servicios sociales? ¿Tienen todas las familias la capacidad económica para acceder a una interconsulta de Terapia Ocupacional?
En Chile, desde 2020, se ha avanzado significativamente al integrar la Terapia Ocupacional en la Modalidad Libre Elección del Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Este avance ha disminuido el gasto de bolsillo para las familias que buscan acceso a estos servicios, y para 2025 se espera su integración en la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), la cual aumenta la protección financiera de las personas en prestadores privados en convenio. Aunque estos progresos son fundamentales para universalizar el acceso, persiste el desafío de asegurar que cada intervención transforme vidas de manera equitativa en todo el país. Law, Steinwender y Leclair (1998) subrayan la importancia de la ocupación para la salud y el bienestar, reforzando la necesidad de accesibilidad a estos servicios.
Para maximizar el impacto de la Terapia Ocupacional, es esencial su incorporación en las unidades de gestión de personas tanto en empresas privadas cómo estatales, donde su rol previene enfermedades laborales y también apoya el cumplimiento de la ley de inclusión laboral del 2% para personas con discapacidad, promulgada recientemente. La participación de terapeutas ocupacionales en estas áreas aumenta la inclusión, mejora la productividad empresarial y fortalece el capital social del país al reducir la brecha en el acceso al trabajo.
Abordar problemáticas sociales urgentes como la delincuencia es también esencial. Como destaca Santos-del Riego (2007), en tiempos de crisis, la terapia ocupacional tiene un papel vital. Los terapeutas ocupacionales deben participar activamente en programas del Ministerio de Desarrollo Social y Familia que buscan prevenir la vulnerabilidad en niños y adolescentes, ayudando a evitar conductas delictivas y promoviendo derechos. Estos programas fomentan el desarrollo de comportamientos resilientes en los jóvenes, permitiéndoles participar en ocupaciones socialmente valoradas, acordes con su curso de vida. Además, en personas adultas que han cometido delitos facilitan los procesos de inclusión social.
El Día Internacional de la Terapia Ocupacional es una oportunidad para que sectores públicos y privados, junto con la sociedad civil en Chile, colaboren estrechamente. Como señala la Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud (OPS, 1996), es fundamental que todos los servicios de salud, incluyendo la Terapia Ocupacional, se centren en promover el bienestar y proporcionar soluciones efectivas y transformadoras. Feo-Istúriz (2012) sugiere que esto requiere un enfoque crítico y reflexivo, superando la práctica técnica tradicional y promoviendo intervenciones innovadoras basadas en la investigación. Estas iniciativas deben buscar ir más allá de tratar enfermedades, centrándose en la promoción de la salud y el bienestar tanto individual como colectivo.