viernes 18 de octubre del 2024
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Opinión 23-07-2024
UN ENCUENTRO EN LA PALABRA Taller Literario de la “AGRUPACIÓN CULTURAL GERMÁN MOURGUES BERNARD”



LA ESPERA DEL HOMBRE
Mariano Roca

"La grandeza del hombre está en ser un puente y no una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso"
Friedrich Nietzsche


El viento se colaba por las roturas de su gastado abrigo y el frío se le metía en el cuerpo hasta la medula de los huesos. Tenía los dedos ateridos y su mente comenzaba a nublarse tras la larga espera de aquel tren que parecía no llegar nunca. Miró por enésima vez el viejo reloj de pared que marcaba las 12:30 pasada la medianoche en aquella desolada sala de espera donde solo quedaban vanos vacíos de puertas y ventanas.
Los últimos pasajeros se habían marchado con las postreras luces del día y su única compañía era una pequeña luz titilante en medio de aquel sepulcral silencio que inundaba la atmosfera y que solo era roto, de vez en cuando, por el distante traqueteo de otros trenes que pasaban por otras vías.
El temor de haberse equivocado de andén o de horario corroía su mente como un gusano que iba debilitando progresivamente el sentido de su ser. Sin embargo, no podía permitir que el miedo lo consumiera, respiró hondo y trató de concentrarse en el sonido del viento, en el parpadeo de la luz o en cualquier otra cosa que lo distrajese de la desesperación que lo acechaba.
De pronto escuchó un ruido lejano —¡es el tren! —se dijo con un atisbo de esperanza. Levantándose de un salto corrió hacia el andén con todos sus músculos en tensión y el corazón latiendo impetuosamente en su pecho, pero la decepción lo golpeó con violencia al ver pasar los carros sin detenerse, la desolación lo envolvió nuevamente en esa sensación que percibía como una helada mortaja y se preguntó: ¿cuánto tiempo más deberé seguir esperando? ¿qué debo hacer? Quizás el tren nunca llegue y esté condenado a permanecer para siempre vagando en esta estación fantasma. No puedo quedarme aquí para siempre, debo encontrar otra forma de llegar a mi destino, debo salir de este lugar, no puedo seguir esperando un tren que tal vez nunca llegue. Aunque todo esté oscuro en este misterioso edificio quizás pueda encontrar una luz que me guie en esta incertidumbre, quizás pueda encontrar una salida y las respuestas a aquellas preguntas que con crueldad han empezado a asediarme. ¿Quién soy yo? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cuál es el propósito de mi existencia?
Mientras exploraba las vacías estancias de la estación me detuve frente a un espejo que devolvió mi imagen, y no me reconocí en esa mirada vacía. Cerré los ojos y en la oscuridad que me rodeaba busqué en algún lugar de mi interior una luz que pudiese guiarme en este laberinto. Una esperanza, una razón, un propósito que me liberase de esta estación lúgubre y fría en la que mi vida se había detenido. Ignoraba dónde me llevaría ese viaje, solo sabía que era más que un hombre esperando un tren que nunca llegaría. Entonces continué ese camino iniciado en la oscuridad con la esperanza del amanecer y de encontrar esa luz, que anhelaba. Esa luz capaz de disipar mis incertidumbres.


Freddy Mora | Imprimir | 232