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miércoles 15 de enero del 2025
Opinión 15-01-2025
Vacaciones familiares: expectativa versus realidad
Ivonne Maldonado
Directora Carrera de Psicología
Universidad de Las Américas Sede Concepción
Muchas familias esperan todo el año el momento de las vacaciones y cada integrante tiene sus propias expectativas que pueden o no estar en concordancia con los demás. Es ahí el primer análisis, puesto que se sugiere que antes de planificar las vacaciones se pueda conversar sobre las posibles alternativas y cual es el objetivo de éstas. Por ejemplo, si el propósito es descansar y alejarse de la cuidad sin acceso a internet, es una opción que teniendo hijos adolescentes se debe conversar previamente, así se evitan posibles conflictos cuando se supone que comienza el relajo.
Si la economía familiar impide alejarse de la cuidad, es necesario anticiparlo, conversarlo y poner en perspectiva panoramas que no necesariamente involucre invertir grandes sumas de dinero. Comprender que más allá del lugar, lo importante de las vacaciones familiares es pasar tiempo de calidad juntos, puede alivianar la presión que se tiene de viajar a otro lugar.
Hay ocasiones en las que ocurren cambios en las dinámicas familiares como por ejemplo la separación reciente del vínculo de pareja, lo que implica un acomodo de las tradiciones o las formas anteriores utilizadas en estas instancias. Ello requiere una mirada madura desde los adultos, en donde el bienestar de los hijos sea lo primordial y se puedan negociar nuevas formas de vincularse y de planificar las anheladas vacaciones.
No olvidar que, si en una familia existen problemas no resueltos, lo más probable es que estos los acompañen en el espacio elegido para vacacionar, por lo que resolver los temas importantes y urgentes, antes de emprender el descanso, es una buena alternativa.
Directora Carrera de Psicología
Universidad de Las Américas Sede Concepción
Muchas familias esperan todo el año el momento de las vacaciones y cada integrante tiene sus propias expectativas que pueden o no estar en concordancia con los demás. Es ahí el primer análisis, puesto que se sugiere que antes de planificar las vacaciones se pueda conversar sobre las posibles alternativas y cual es el objetivo de éstas. Por ejemplo, si el propósito es descansar y alejarse de la cuidad sin acceso a internet, es una opción que teniendo hijos adolescentes se debe conversar previamente, así se evitan posibles conflictos cuando se supone que comienza el relajo.
Si la economía familiar impide alejarse de la cuidad, es necesario anticiparlo, conversarlo y poner en perspectiva panoramas que no necesariamente involucre invertir grandes sumas de dinero. Comprender que más allá del lugar, lo importante de las vacaciones familiares es pasar tiempo de calidad juntos, puede alivianar la presión que se tiene de viajar a otro lugar.
Hay ocasiones en las que ocurren cambios en las dinámicas familiares como por ejemplo la separación reciente del vínculo de pareja, lo que implica un acomodo de las tradiciones o las formas anteriores utilizadas en estas instancias. Ello requiere una mirada madura desde los adultos, en donde el bienestar de los hijos sea lo primordial y se puedan negociar nuevas formas de vincularse y de planificar las anheladas vacaciones.
No olvidar que, si en una familia existen problemas no resueltos, lo más probable es que estos los acompañen en el espacio elegido para vacacionar, por lo que resolver los temas importantes y urgentes, antes de emprender el descanso, es una buena alternativa.
Freddy Mora | Imprimir | 106